Aunque estos centros de datos dan prioridad a las medidas de seguridad, incluidos sólidos protocolos de seguridad digital, siguen siendo vulnerables a los robos y hurtos dirigidos tanto a los datos como a los activos de hardware. Si un ladrón burla los sistemas de alarma tradicionales, puede causar graves daños a la empresa.
La pérdida de datos y hardware puede ser un asunto caro. Tanto el coste de restaurar los datos y el hardware como la interrupción del núcleo del negocio son significativos para este tipo de empresas, que dependen de la confianza de los clientes en su capacidad para mantener los datos a salvo. Un robo puede significar un tiempo de inactividad significativo para el centro de alojamiento, que puede durar algún tiempo.
La pérdida de estos datos puede provocar una gran disminución de la satisfacción de los clientes. Esto puede ser realmente perjudicial para este tipo de empresas. No solo es costoso para el centro de alojamiento, sino que también puede acarrear daños financieros a los negocios de los clientes, ya que puede significar interrupciones en sus operaciones diarias.