La extensión de la boquilla aumenta la flexibilidad de la instalación al ampliar el punto de descarga de la niebla, lo que da a los instaladores más opciones para colocar el cañón de niebla detrás de las paredes, por encima de los techos o en habitaciones adyacentes. Esto facilita la adaptación a las limitaciones arquitectónicas o preferencias de diseño sin comprometer la funcionalidad.
En entornos como locales comerciales, oficinas o viviendas particulares, ocultar el equipo de seguridad ayuda a mantener un interior limpio y discreto. La extensión de la boquilla contribuye a ello al permitir instalaciones discretas, al tiempo que garantiza que la niebla se libere eficazmente en la zona protegida. Su diseño con aislamiento térmico también minimiza la pérdida de calor, ayudando a mantener un rendimiento fiable de la niebla incluso cuando se descarga a través de paredes o techos.